Muere la publicidad convencional al tiempo que nace la comunicación con formato publicitario.
Los anunciantes, también las agencias de publicidad, se encuentran en una encrucijada. Cambia el mundo, luego ellos están obligados a cambiar. Pero, ¿en qué sentido? Nadie lo sabe. Toca probar. No obstante ya hay algunos intentos de aproximación a la cuestión. Estudios como el Informe R.I.P., presentado ayer en Madrid por la agencia de comunicación Contrapunto BBDO, que intentan teorizar los nuevos senderos por los que ha de caminar el viejo arte de la propaganda en su concepción más comercial.
Sin embargo, las conclusiones del informe, en su mayor parte abstractas, ponen de manifiesto la incertidumbre que se vive en el mercado publicitario tras el apagón analógico vivido en la televisión y el crecimiento imparable que está protagonizando Internet. Se escuchan los tiros en el sector, pero no se sabe exactamente por dónde van. De forma resumida, diez son las directrices fundamentales que vertebran este informe:
1.- El mercado de la publicidad se enfrenta a una situación de complejidad abierta y paradójica. Abierta porque la estructura de formas de comunicación actual es cambiante, ilimitada. Y paradójica porque esos nuevos medios ofrecen sus pros y sus contras a unos anunciantes que deben mantener la coherencia estratégica de todas las acciones de la marca pero que, en lo ejecucional, se ven obligados a ponerlas en manos de hiperespecialistas.
2.- Nace una nueva era: la era de la red Indra. La comunicación convertida en una red de interconexiones en la que cualquier cambio en uno de esos nudos afecta a todos los demás.
3.- La concepción del medio digital como el medio ambiente donde viven las personas, no como un medio más. Lo digital marca las pautas incluso para aquellos que no son usuarios habituales. Los anunciantes lamentan la fuga de sus consumidores, su dispersión. Sin embargo, la red de redes, al mismo tiempo, les acerca a ellos más que nunca, porque éstos han volcado allí su intimidad. Y así resulta más fácil saber cómo son y qué necesitan.
4.- Las marcas están obligadas a mutar. Sin renunciar a la coherencia interna, a la solidez, las marcas deben licuar, dinamizarse. El ejemplo más claro de esto es Google, que cambia con asiduidad su logo.
5.- A pesar de este estado cambiante de cosas, el ADN de la marca es más importante que nunca. Pero se trata de una genética adaptativa: si los objetivos están claros, la marca responderá sin problemas a los cambios del entorno.
6.- Muere el concepto tradicional de cobertura, repetición y frecuencia. Muere el GRP (Gross rating point), que se encarga de trabajar estas variables. Ya no se trata tanto de llegar al máximo número de usuarios posible y exponerles al máximo número de impactos. Ahora, lo importante es llegar a los líderes de opinión, que pueden encargarse de difundir posteriormente el mensaje a otros posibles consumidores o usuarios.
7.- Se instaura la idea del zapping inverso: el consumidor ya no tiene tiempo de huir de lo que no quiere ver. Ahora, con la multiplicación de los canales, va directamente a lo que le interesa.
8.- La publicidad ha muerto. Nace la comunicación con formato publicitario. Los propios consumidores han puesto de manifiesto en Internet que lo importante ahora es hacer el mensaje lo más atractivo, deseable o divertido posible. R.I.P. en este informe no se traduce, por tanto, como descanse en paz, sino como Revolución Ilimitada de la Publicidad.
9.- La clave como siempre, sigue siendo la misma los cambios, : la creatividad. Una buena idea siempre es una buena idea.
10.- La eficiencia de las campañas (entendida como aquella que se estructura en torno a unos costes mínimos buscando la máxima penetración) se muestra ya poco eficaz. Es el momento de ideas revolucionarias y arriesgadas.
Espero que esto os ayude a mejorar vuestras futuras campañas y podais luchar y vencer alos cambios futuros:)
jueves, 3 de junio de 2010
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